Una noche de pesadilla vivió la familia del médico Carlos Salazar Loayza, tras recibir un supuesto explosivo casero en su vivienda. La caja estaba dirigida a su padre Felipe Salazar, quién es dueño del complejo educativo «San Juan Bosco».
El paquete fue recibido por el nieto de la familia, quién abrió el empaque que contenía una nota y un USB. En el paquete decía «es urgente».
Al ver la nota, el joven dió aviso a su familia e inmediatamente llamaron a la policía. Los efectivos evacuaron a toda la familia y los vecinos de las casas aledañas por prevención.
Personal del la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) neutralizó el posible detonante y fue destruido en el complejo policial de Incho.
La policía inició con las investigaciones y trataron de sacar el contenido del USB, que hasta el momento no ha funcionado. Las amenazas serían parte de alguna venganza a la familia.