“En estos momentos cruciales donde la pandemia mortal e invisible de coronavirus, avanza causando zozobra y dolor, es momento de buscar la unidad en todo aspecto puesto que si al desamparo del Ejecutivo Nacional que nos deja sin presupuesto para el personal sanitario, se suma el rechazo de la población, habremos perdido la batalla contra esta enfermedad”.
Así precisó el médico Jimy Fuentes, encargado de Emergencias del Hospital Regional Docente de Medicina Tropical Julio César Demarini Caro, quien fue golpeado, arañado en los brazos y casi apedreado por familiares de pacientes diagnosticados con coronavirus. A este hecho de violencia, se sumó el personal de seguridad Luis Ponce Solari, Jesús Ramos Quispe y Alexander Chaupis.
“Comprendo el dolor de la pérdida de un ser querido y lamento mucho este momento, pero al igual que todo el personal de salud estamos aquí arriesgando nuestras vidas para tratar de salvar a los pacientes, que muchas veces llegan en estado avanzado o con comorbilidad que agrava su situación”, indicó el galeno que lleva dos meses desempeñándose en Triaje COVID, Emergencias COVID y Hospitalización.
Señaló que junto al personal del nosocomio vienen trabajando arduamente con horarios prolongados, pero que la situación se torna insostenible por la falta de oxígeno para tratar a los pacientes, personal, presupuesto y lo más importante el apoyo de la población. “La unidad será clave para derrotar a este mal”, recalcó.
Pese a esta situación acontecida de violencia, el médico reafirmó su compromiso de trabajo con la población chanchamaína y que no renunciará en esta lucha frontal contra el virus. “Pondré todo el esfuerzo porque sabemos que este mal momento que nos tocó vivir pasará con el esfuerzo de todos”, refirió.
Finalmente, agradeció la solidaridad de sus colegas y la población de la región, invocando además a la población a no bajar la guardia con el reinicio de las actividades económicas. El uso de mascarillas, el lavado de mano y el distanciamiento social son elementales para evadir al mal.