Tras permanecer una década en la clandestinidad, Nereo Roberto Huamali Vargas (43), fue capturado por efectivos de la Policía Nacional del Perú, en el anexo de Vicso, distrito de Orcotuna en la provincia de Concepcion.
En el 2011, Huamali Vargas fue sindicado como el principal responsable de la muerte de Irene Arias (27) y sus menores hijas Jade (5) y Kadi (3). El sujeto habría cometido el parricidio provisto de un cuchillo de cocina del negocio de comida que tenían y dónde también pernoctaban, ubicado en el asentamiento humano “El Palomar” en Santa Eulalia, Lima.
Esta no es la única denuncia que afrontaba Nereo Huamalí, pues también habría abusado sexualmente de su cuñada, en ese momento de 16 años, quien terminó embarazada.
Ante la complicada situación que se le avecinaba, el sujeto no tuvo mejor idea que internarse en la región Junín, donde permaneció en la clandestinidad por más de diez años; a pesar de los pedidos de detención solicitados por la Sala Penal Liquidadora de Ate.
Las dos requisitorias que presentaba por Parricidio y Violación Sexual, le sirvieron para aparecer en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior, que ofrecía 25 mil soles por información sobre su paradero.