Una banda de ‘peperas’ que operaba en la ciudad de Huancayo fue sentenciada por la justicia luego de dopar y robar a un grupo de jóvenes con quienes habían salido de la discoteca “La Previa”. Los delincuentes no solo se apoderaron de dinero en efectivo, celulares y bienes de una vivienda, sino que también realizaron transferencias fraudulentas por un total de 57 mil soles.
Las condenas. El cabecilla de la organización, Yeferson Jeanmarco Núñez Arias (32), alias “Luis”, fue sentenciado a 20 años de prisión en el penal de Huamancaca Chico. Según la investigación, Núñez era el encargado de seleccionar a las víctimas y suministrar las benzodiacepinas con las que las mujeres de la banda drogaban a los jóvenes.
Entre las cómplices estaban Annie Pilar Bonifacio Loardo, alias “Deysi”, y Nahomy Tairy Fernández Bendezú, quienes se ganaban la confianza de los afectados a través del baile y la seducción. Bonifacio Loardo recibió una condena de 12 años de cárcel, mientras que Fernández Bendezú deberá cumplir 11 años de prisión. Ambas cumplen su sentencia en el penal de Jauja.
El robo. Según la investigación liderada por el fiscal Luis Cárdenas Moreno, los delincuentes atacaron a Omar José Zevallos Ricse, Telésforo Rogger Ledesma Porta, Christian José Zevallos Ricse y Miguel Eduardo Urcuhuaranga Ponce, a quienes despojaron de sus pertenencias en una vivienda del distrito de El Tambo. Posteriormente, se trasladaron al pasaje Andaluz, en el centro de Huancayo, para vender los celulares y otros objetos robados por aproximadamente 3 mil soles.
Fraude. Uno de los celulares sustraídos fue manipulado por Deyvi Fristz Medina Fernández, alias “Zeta”, quien desbloqueó el equipo y accedió a los datos bancarios de una de las víctimas. Con esta información, el delincuente realizó transferencias y depósitos que sumaron 57 mil soles, afectando gravemente la economía de Omar Zevallos. Por este delito, Medina Fernández recibió una pena suspendida de dos años.
La sentencia de estos delincuentes marca un precedente en la lucha contra las bandas de ‘peperas’ en la región, un delito que ha venido en aumento en los últimos años.