La Municipalidad Distrital de Pilcomayo enfrenta serios cuestionamientos tras la denuncia de un presunto delito ambiental. Desde hace varios días, tres camiones compactadores llenos de basura permanecen estacionados dentro del local municipal, generando olores insoportables, presencia de moscas, plagas y líquidos contaminantes.
El regidor Edgar Useda informó que esta situación se habría originado tras la suspensión del convenio con el botadero de Huancán, a donde eran trasladados los residuos sólidos. Según explicó, la comuna de Pilcomayo no habría cumplido con los compromisos asumidos: arreglar una plaza y efectuar un aporte económico, lo que llevó a que desde hace más de dos semanas se les niegue el ingreso al botadero.
“La basura se sigue acumulando en diferentes sectores de la ciudad, pero también aquí mismo, dentro y fuera de la municipalidad, generando un grave riesgo para la salud pública”, advirtió el regidor.
Autoridades en silencio
En medio de la crisis, la gerente municipal Rosa Bautista Navarro evitó declarar a los medios y, según testigos, se refugió en el baño de mujeres para eludir las preguntas.
Mientras tanto, trabajadores de limpieza se encontraban sentados en la plaza, sin poder cumplir sus funciones debido a la falta de directivas por parte del alcalde Brayan Ninahuanca.
OEFA interviene
Ante las denuncias públicas, hasta la municipalidad llegó personal del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). La especialista Raquel Pérez confirmó que se realizó una inspección para evaluar los posibles daños ambientales y la omisión de funciones por parte de las autoridades locales.
El regidor Useda instó al alcalde a tomar medidas urgentes y recordó que el manejo irresponsable de los residuos sólidos puede ser sancionado como delito ambiental, con consecuencias legales y administrativas.










