Por enésima vez, una vivienda ubicada en el jirón Arequipa, en pleno centro de Huancayo, fue intervenida por la Policía Nacional del Perú al ser utilizada como centro de venta y consumo de drogas. A pesar de múltiples operativos anteriores, el lugar continúa funcionando como un verdadero fumadero y refugio de delincuentes, según denunciaron los propios vecinos de la zona.
La última intervención ocurrió cuando la policía sorprendió a un adulto mayor, identificado como Juan Carlos Munives Atachagua (68), repartiendo envoltorios de droga en plena vía pública, en la intersección de la calle Real con el jirón Angaraes. Al notar la presencia policial, el hombre intentó escapar y se escondió en la ya conocida vivienda del jirón Arequipa.
Al ingresar al inmueble, los agentes encontraron 91 envoltorios de clorhidrato de cocaína escondidos en distintas partes de la casa. Con apoyo de perros entrenados, se confirmó que se trataba de la misma droga que Munives repartía a plena luz del día. Además, otras dos personas fueron detenidas en el lugar.
Este no es un caso aislado ni menor: la cantidad de droga encontrada y los antecedentes del lugar evidencian que esta vivienda funciona como centro de distribución, no solo como punto de venta. La policía incluso señala que no se trata de un domicilio familiar, sino de una fachada para esconder delincuentes, muchos de ellos involucrados también en robos y otros delitos.
En enero de este año, la misma casa fue intervenida y se hallaron sustancias ilícitas y objetos robados. Sin embargo, pese a las pruebas y operativos, el lugar sigue funcionando con total impunidad.
La investigación está a cargo del área Antidrogas de la División de Investigación Criminal de Huancayo. Mientras tanto, los vecinos viven con miedo, exigiendo una intervención real que conduzca al cierre definitivo de este antro de delincuencia.